Visitar Bogotá nos trajo un gran regalo: poder extasiarnos con la región conocida como Boyacá donde el mundo parece paralizarse y dónde todo parece bonito y sosegado. Un manjar para dos turistas recién llegados y sedientos de fotos como las de Villa de Leyva que podeís ver ahora...Esos globos daban cuenta de cómo nos sentíamos. Allí hicimos alarde de lo extranjeros que eramos y gastamos las tarjetas de las digitales tirándole a todo aquello que se movía. Bueno no fue para tanto pero es que me estoy volviendo paisita y ellos son los reyes de la exageración. Al contrario que los rolos (bogotanos) tan serios ellos (pero la ciudad es magnífica que conste).
Las artesanías que se pueden ver y COMPRAR por esta región son preciosas como la ruana que yo me compré al tiempo que David le daba al dedo para captar el momento de confección de esta prenda tan tradicional en Colombia.
También visitamos Ráquira -puro souvenir- que parecía como un pequeño pueblo hecho de golosinas por sus vivos colores pintados con el objetivo de que los turistas compremos más y más. Pues sí, si caí, compré un espejito para David. Nos reímos mucho en este viaje con Aleja (humor fino) y Víctor(excelente caballero). Y es que si uno ve la foto de David y doña Paquita con esas pintas de quién es ese hombre....(Gavilanes) pero a lo cutre puede adivinar que tan turistas somos.
domingo, enero 14, 2007
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