jueves, octubre 26, 2006

Mi reino por una casa Estrada





Quillo, aquí uno se ríe de las colmenas en las que vivimos y ni se nos ocurre comentar lo de los 35 metros que propuso la ministra de Vivienda. A unos pasos de El Retiro, caminando por una vereda, se llega al paraíso Estrada, una finca con dos casas de ensueño diseñadas por otro Estrada, David padre del muchachito que abraza a Paky en estas imágenes que lo dicen todo. Yo, me sentía como mosco en leche porque la naturaleza gigantesca me abruma y el buen gusto por vivir bien -y no tan caro si hablamos en euros- me provoca convulsiones positivas. Los quince días que pasamos en esas bellas mansiones QUE NO SON NUESTRA CASA, fueron de empezar a contar y no parar, con una larga concatenación de experiencias gastronómicas como el sancocho, la sopa de arroz, las migas de arepa, los frijoles y el descubrimiento equiparable a la coca-cola: el pandeyuca.

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