¿Sabías que a David Estrada, junior en Colombia, lo llamo algunas veces arruguitas? No hace falta explicar por qué, lo que sí me encantaría reflejar en estas líneas es que desde que puso un pie en Medellín necesita una crema hidratante, nutrititiva y otra regeneradora con Aloe Vera preferiblemente. Si en Sevilla no cesa de sonreir, en su patria se le han dibujado mil y una rayas de felicidad por estar con la familia Estrada. Junior está, según un dicho gerenense, más feliz que un pollo en una era. Como una pasa ha de quedar si continúa esta dicha tan tenás, la que se merece el pelirrojo que un día de los ochenta salió de su ciudad para volver a entrar por la Puerta del Príncipe de Medallo y salir a hombros con su eterna sonrisa. Ya es un paisa de nuevo. Vive enamorado de su viaje, de su padre, su tío Julián, Luis y Juan y todas las compañías (Camila, Eli, Tere y Helen). Ha vuelto a tener a sus primos y a sus tías (Toya, Aleja, Juan, Juan Pablo, Maria Claudia, Julio y...la pequeñísima María José). Como veis no para de reir (incluso cuando toma fotos) y de ser feliz ... O sea, de arrugarse. Y, a fuerza de ser tan feliz, seguro que se gasta sus ahorros en cremas. Queda advertido.
jueves, octubre 26, 2006
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1 comentario:
escribes delicioso...chinita..
es raro ver el tiempo en la distancia..qué cambió? qué no cambia?
leyendo esto, parece que estas aqui..y que nunca te hubieras ido..
continua escribiendo tu camino, es una belleza.
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