
No te quedes inmóvil al borde del camino, no congeles el júbilo, no reserves al mundo sólo un rincón tranquilo

Con una procesión nos dimos cuenta de que estábamos en otro mundo, lejos de nuestra patria. La Virgen del Rosario, el dia 7 de octubre, procesionaba desde su iglesia por todo el centro de Medellín con los paisas con una vela prendida rezando el Santo Rosario.
Pero la imagen no iba montada en ningún paso de palio o de gloria o como se llame (esa nomenclatura...). Un pick-up, un camión, transportaba a la Virgen por las calles repletas de devotos de todos los colores y todas las edades y nosotros abríamos los ojos con gran asombro, sorpresa y admiración. Luego de pasear con la hermandad nos propusimos dar una vuelta por el centro, paseo que interrumpimos a cada rato: había tantas cosas que mirar...
Anochecía, seis de la tarde, y nuestro primer viaje por el centro se acababa. Llegamos a casa con una conclusión: la fe, que mueve montañas, tiene distintas tonalidades, diferentes matices, pero en el fondo todo se resume en que el ser humano necesita algo en lo que creer. Tanto acá como allá, independientemente de cómo esté el país.
Aunque algunos que nos lean dirán que no es cierto, mucha noche no hemos tenido. Ay, la Alameda queda tan lejos que para qué salir... rumbiar con personas que no conocemos, echando de menos a la gente....Os estoy mamando gallo. Es cierto que salimos menos, pero vamos a cosas más importantes --oiiiiiiiiiii- como exposiciones y ????...Bueno también hemos salido a tardear y hemos pasado rico en un bar en Envigado (el barrio de Pablo Escobar) que tiene una colección de discos que más de uno quisiera para sí. Repleto de vinilos el bar tiene muy buen ambiente, con gente muy querida. El tango suena a diario en este bar excelente para hechar carreta. Ah! Y así como dan aceitunas o chochos en Sevilla aquí, con la cervezita, te ponen maní, mango biche, maizitos....Hay que ir.
Dejar España ha significado muchas cosas, aunque sea algo coyuntural. Lo más difícil es abandonar a los tuyos, a la familia, la de sangre y la erigida con los años, con la amistad, con el amor y la salidas nocturnas. Pero hete aquí que el corazón de los Estrada no tiene parangón y la nostalgia, la saudade, se mitiga con los cuidados de David Estrada padre un hombre que tiene el corazón débil por lo mucho que es capaz de entregarse, siempre con las reservas estradianas, que hay que aprenderlas y aceptarlas desde el principio. Este paisa sabe más de Sevilla -vinos, tapas, copas- que cualquier hispalense que se vanaglorie de ser muy conocedor de su ciudad. Papá David sueña con las puntillitas, la cruzcampo fresca, la ensaladilla, los altramuces, unas buenas gambas de Huelva.... Al tiempo que se chupa los dedos con las empanaditas con ají picante que venden en donde Chila, junto al nuevo Cinco Puertas que está diseñando con la sabia y modesta inteligencia que le caracteriza.
Como esa pelota que está en el cielo nos sentimos cuando llegamos a Medellín, a Medallo. Ya estábamos, ya encontramos apartamento para rentar y sólo nos restaba disfrutar y buscar muebles. David y yo, en las nubes, con nuestro apartamento de La Cañada, en el barrio El Poblado de la ciudad del pelirrojo, mi esposo (ja), como ya sabeis a estas alturas del partido. En efecto, llegamos. Destino Medellín, rumbo a la aventura de otra vida lejos de Sevilla (que no del Sevilla, ahora escucho cómo sube mi equipo...es el líder!).
Medellín es una ciudad muy ruidosa, parece Beirut aunque yo nunca he estado allí. Es preciosa, pero ha perdido mucho encanto porque ha desplazado mucho verde en función del boom inmobiliario que aquí empezó a arrancar (la globalización oh my god). Esta obra de Fredy Serna es una buena muestra de cómo se están apilando grandes edificios en una ciudad que tuvo casas muy bonitas. Está pintando como un graffiti junto a casas "reales" .
Cuando pillo un taxi -amarillos, como en Nueva York- y veo el tráfico, los tacos que se montan a diario, pienso que aunque hayan intentado regular el problema con lo que llaman pico y placa -la mitad de los coches a determinadas horas según su placa y en hora pico no pueden circular bajo multa bastante costosa-, a esto le queda mucho por arreglar. En las largas charlas que mantengo con los taxistas uno dio con el quid: Medellín siempre está en pico lo que hay que eliminar son placas. En efecto, los carros y taxis parecen una plaga.
Existen otros medios de transporte y son muy baratos, pero en comparación con el taxi...El metro (la foto de la mujer limpiando una de sus entradas en muy ilustrativa, casi metafórica) es el orgullo de los paisas. Bien lustrado, sin violencia, todo un logro para un ciudad como ésta que, repito, es fantástica pese a la polución -veáse México DF- y la imagen que tiene en el exterior desde hace incontables años.
Nunca creí que hubiera gente tan increíble como los paisas. Son encantadores hasta el tuétano. Como dirían ellos: no, no, no, son las personas más queridas que te puedes imaginar. Y he aquí un secreto: el no, no, no, significa un sí rotundo, a más repetición de la negación mayor envergadura de la afirmación. Un no con eco es un SÍ a pies juntillas. No, es que este país es...Como los primeros protagonistas de nuestro paisanaje paisa: Eladio, el mayordomo del tío Julián y el tío Luis en El Retiro. Con el machete bien apretado al cinturón, su insustituible bigote y el sombrero paisa maneja la tierra que es un primor. Su mujer Luz Dari, hace lo propio con los fogones. Un dúo para fichar en esta nuestra nueva patria. Luz Dari.....¿qué hay hoy de comer?
Luis y Bruma conforman otro dúo de los que se te meten en el corazón. A mí Bruma, como es animal, ni fu ni fá...Más bien fa...Pero ojo que a este tándem hay que ponerle atención. Sobre todo por el tío Luis, quien tiene uno de los humores más finos de los que he saboreado en mi vida.
Este otro es el limpiabotas más ebrio de Antioquia. Gracioso como nadie -es muy "charro" dicen acá- hay veces que te advierte de que aún no ha bebido y siempre, aunque tengas unas chanclas de los veinte duros, quiere limpiarte las botas. Todo un personaje...su cara lo dice todo.
Por último, el hombre que se asolea por tiempos. Allí donde se posa el astro rey está él, recargando pilas hermano...Lo que hace este buen hombre, que ya no habla con nadie del pueblo porque parece saberlo todo en la vida, es buscar ese rayito complaciente, que le devuelva la gloria. Como todos nosotros, cuando nos bronceamos, que no sólo tomamos el sol para estar guapos. Yo al menos. Me siento como ese viejito de El Retiro: busco el haz de luz que haya para recargar energía..lo hacía de pequeña en mi calle, Manolito Gil para más señas y acá lo voy a institucionalizar como rutina. Asoliarme voy. Bye
Armar paseos significa planear viajitos con el condicionante de que estamos...En Colombia! No es fácil creerlo aún. Por cierto que el verbo armar sirve para algo muy importante acá: armar varillo es hacerse un porro. Imagina armar un paseo mientras armas un varillo. Es tenaz. Te hace amar el verbo armar. Uno de esos deliciosos paseos comenzó en Pantanillo y terminó en El Retiro. Allí, rodeados del verde que te quiero verde, nos enteramos de qué es un ojodepoeta o de cómo se saca la escopolamina y de cuáles son sus usos. Un parche del "jugo" del árbol denominado Borrachero puede dejarte como un autómata. Aquí, como en otros muchos países, se usa de las dos maneras universales: la buena y la mala. Como todas las drogas, pues. Armando que te armando emprendimos otro paseo rumbo a Carmen del Viboral, un encantador pueblo donde comimos unos frijoles bostonianos, trucha y hamburguesas. También fuimos a La Ceja, donde pasamos rico, delicioso en jerga paisa. Lo pasamo flipante, sabe, en jerga alamedera. Desto que no conoces a la gente pero disfruta, sabe?


A esta gran persona, a la que todo ser humano debería conocer, no es difícil describirla. Pues! Si se toma en cuenta que es capaz de llevarse toda una noche recordando las 45 comidas que ingerimos en 15 días y pasarlo a lo grande...Todo queda dicho. Julian o el discurso alrededor de algo verdaderamente orgásmico: la gastronomía colombiana. Y con todo un maestro, a la par que buen orador y todo lo que rime con or. Don Julián, Julio, el rey del Niágara de Oriente y Occidente, es un sabio de esos que, con la pluma de un buen escritor, quedan para siempre grabado en la memoria del lector. Contentaros con mi pequeño homenaje que seguiré aderezando con el paso de los días, con las charlas con este tío Julián tan especial que no le importa ponerse los pantalones sobaqueros, el mismo que desde su columna en un periódico local, critica programas tipo Cambio Extremo, donde los gordos dejan de ser felices. Él come y saborea, come y enseña las relaciones entre la globalización y el fast-food y se enorgullece de llevar la bandera de una investigación para destacar las delicias de cada región, comenzando por la suya, Antioquia. Y para ello, en su incansable Gula, no deja un plato sin probar, a veces con los comentarios de otra de las causantes de su felicidad:Eli, Heliconea.










Quillo, aquí uno se ríe de las colmenas en las que vivimos y ni se nos ocurre comentar lo de los 35 metros que propuso la ministra de Vivienda. A unos pasos de El Retiro, caminando por una vereda, se llega al paraíso Estrada, una finca con dos casas de ensueño diseñadas por otro Estrada, David padre del muchachito que abraza a Paky en estas imágenes que lo dicen todo. Yo, me sentía como mosco en leche porque la naturaleza gigantesca me abruma y el buen gusto por vivir bien -y no tan caro si hablamos en euros- me provoca convulsiones positivas. Los quince días que pasamos en esas bellas mansiones QUE NO SON NUESTRA CASA, fueron de empezar a contar y no parar, con una larga concatenación de experiencias gastronómicas como el sancocho, la sopa de arroz, las migas de arepa, los frijoles y el descubrimiento equiparable a la coca-cola: el pandeyuca.



una palabra inventada por algún español de los que colonizaron la tranquilidad. ¿Hay, acaso, afán?. Aguardiente, paseos, ricas conversaderas, gente que te echa carreta seguidito, seguidito, con un buen guaro y... Señoras y señores: LA PAZ, en un país que sólo se reconoce en el exterior por la violencia y el narcotráfico (ciertas) pero no por su generosidad, belleza y lo real maravilloso de lo que tanto se habla literariamente. García Márquez sólo era un periodista cuando alcanzó su Boom. Pasen y vean.
Que no es Macondo. Es Medellín, la mañana siguiente a nuestra llegada, cuando nos topamos, semidesnudos, con una bienvenida matutina que, lejos de darnos miedo, nos sorprendió y provocó nuestras primeras sonrisas. Un tío -aquí dirían un man- limpiaba los cristales de la casa que nos habían prestado para nuestra primera semana en Colombia, la tierra donde todo es posible.¡ Y tanto!, por lo pronto, nuestro objetivo se veía cumplido: desayunamos arepas mientras nos limpiaban las legañas para poder despertarnos de lo que ya no era un sueño.